Estoy haciéndome a la idea de que tu imagen va ser habitué en mis días.
Vas ir y venir sin pedir permiso. Vas a bailar en mi como las olas en el mar.
Me desbordaras hasta sentir que casi todo es insuficiente.
Te veré caer en mi al compás de la noche… entre los galopes del tiempo desbocado de la espera.
Voy a tener que acostumbrarme a este dolor de corazón cuando te vea venir…a
enseñarles a mis ojos a devorarte con disimulo.
Es inevitable sentir esta carencia de cuerpo ajeno. La necesidad que apremia el alma y consume más allá de las entrañas.
Voy a tener que acostumbrarme a sentirte estancado en mi aire. En mis sueños.
Esta mezcla de miedo y felicidad hacen que mis cimientos crujan.
Vos y este sin fin de sensaciones que revolotean en mi… querer dártelo todo y aun así sentir que no pierdo nada...
domingo, 18 de julio de 2010
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