Las encontré armando sus valijas. Ellas también me dejaban, las ultimas dos.
Vagaban como desequilibradas, desorientadas sin mirarse entre si. Sus ojos se apagaban.
Se sentaron frente a mi, como esperando, algo.
Mi voz exclamó una queja. Detuve la vista en el suelo y entonces senti ese fin que rompe con las ilusiones.
Quede vacía hasta las ultimas de mis esperanzas acababan de partir...
jueves, 19 de agosto de 2010
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